La diferencia fundamental entre un entrenamiento funcional y un entrenamiento convencional es que el primero no está orientado a la competición de ningún tipo sino que está fundamentalmente destinado a mejorar la salud y el bienestar general.

Este entrenamiento incorpora lo mejor de cada campo del fitness, teniendo en cuenta la fisiología y la biomecánica funcional del cuerpo humano, la neurociencia y las leyes físicas aplicadas a cada movimiento corporal.

De este modo, además de mejorar capacidades físicas como la fuerza, la velocidad o la resistencia, con el entrenamiento funcional también se trabajan otras capacidades importantes para nuestro día a día como la agilidad, la movilidad, la estabilidad, la coordinación o el equilibrio, corrigiendo también nuestra postura corporal.

LOS PROGRAMAS INCLUYEN:

– Scanner corporal: medimos tu peso, porcentaje de grasa y masa muscular para poder ir evaluando tu progreso.
– Entrenamientos: clases de entrenamiento funcional hechas por un coach especializado.
– Plan nutricional.
– Suplementos: té thermojetic y batido proteico.

Nuestros planes de clases están planeados para que los entrenamientos se realicen mínimo 3 veces por semana.

Siguiendo esta regla, el plan de 12 clases es para un mes, el plan de 24 clases es para dos meses, y el de 36 para tres meses.